Autor: Joel Mendoza Roque
Asesor: Mg. Raúl Hinojosa S.
Seminario Teológico Latinoamericano
ENSAYO ARGUMENTATIVO
Lima Perú
2023
Introducción
Hasta el día de hoy el uso de la ropa en la enseñanza cristiana está polarizada,
especialmente lo que distingue al varón de la mujer, el cual sigue siendo un debate en algunas
denominaciones de corte “pentecostal”. Por otro lado, la libertad del uso de la vestimenta, está
también en debate en otras denominaciones, faltando a la sencillez y al decoro según los
principios bíblicos. Tomando en cuenta el sentido común, debemos entender que los extremos
no son buenos, es necesario revisar los principios que enseña la biblia sobre la manera de
vestir que debe prevalecer en la cultura del creyente en Cristo. Este problema plantea algunas
interrogantes a responder como: ¿Cuál es el criterio que los cristianos deben tener a la hora de
seleccionar su vestimenta? ¿Qué dice la Biblia sobre la vestimenta de un cristiano en el nuevo
testamento? Desde mi punto de vista, considero que la vestimenta cristiana no tiene en realidad
un sustento bíblico para estos tiempos, en el sentido que le diga a la mujer, vestirás con falda o
vestirás con pantalón etc. En ese sentido. Ya que la gracia del señor, es más, en los tiempos
en que fue escrita la Biblia, los hombres y las mujeres usaban túnicas que pasaban sus rodillas,
por consiguiente, si se quiere ser muy espiritual sobre este tema, todos deberíamos andar de
túnicas. La respuesta es bien clara y no debemos complicarnos la existencia, ni usar falda es
malo, ni usar pantalones es malo, lo que influye es la fe y costumbre de vida a la luz de la biblia
porque ese es el estándar del creyente, los tiempos pueden hacer que las personas
constantemente modifiquen su manera de vestir pero jamás pueden modificar su fe en Dios (un
verdadero creyente) el nacido de nuevo a medida que va creciendo espiritualmente se dará
cuenta lo que el espíritu le indica. El objetivo de este ensayo es determinar desde la enseñanza
de Deuteronomio 22:5 que la vestimenta del cristiano tanto en hombre como mujer no debe ser
tomado como prioridad para servir a Dios, menos hacer una doctrina, la prioridad es Dios y no
la ropa.
Análisis introductorio
En el contexto del capítulo, vemos varias prohibiciones, que no se le dan tanta
importancia como al del vestir de la mujer. Deuteronomio.22:1-4. Ellos tenían el deber la
obligación, el mandato que si, a su hermano se le extraviaba algún animal o prenda tenían que
guardárselo y dárselo al dueño. Deuteronomio.22:6-7. Si hallaban un nido con huevos y la
madre allí de los polluelos tenían que dejar ir a la madre. Deuteronomio.22:8. Otro mandato
cuando construyeran casa nueva, tenían que hacerle un muro a su azotea. Deuteronomio.22:9.
Hay otra prohibición, la de no sembrar dos clases de semillas en su viña. Deuteronomio.22:10.
Se prohíbe arar con buey y asno junto, porque el buey era un animal limpio y el asno un animal
inmundo. Deuteronomio.14:1-8. No vestir con vestidura mezclada con dos telas diferentes.
Deuteronomio.22:12. Te harás flecos en las cuatro puntas del manto. ¿Los que prohíben el
pantalón a las mujeres estarán cumpliendo todas estas ordenanzas? Estoy completamente
seguro que ninguno le da tanta importancia como al vestir de la mujer en el V. 5. ¿Por qué no lo
hacen? Porque no les convienen ni van a poder cumplir esto. Si vamos a aplicar la prohibición
en una tenemos que hacerlo para todas y cumplirlas.
Deuteronomio 22:5 “La mujer no se vestirá con ropa de hombre ni el hombre se pondrá
vestido de mujer; porque cualquiera que hace esto es una abominación al SEÑOR tu Dios”
Muchos estudiosos creen que esta ley se originó debido a las prácticas de travestismo entre los
israelitas. El pasaje se refiere directamente al uso de ropa masculina y femenina, y se enfoca en
la homosexualidad. La ropa debía reflejar claramente el género del individuo, si un hombre o
una mujer no vestía según su género, se sugería que tenían inclinaciones homosexuales, lo
cual era considerado abominable ante los ojos de Dios. La Biblia condena tanto la
homosexualidad masculina como femenina, tanto en el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento, en la actualidad, es difícil distinguir entre un homosexual y un heterosexual. Las
mujeres lesbianas no necesariamente visten de manera masculina, ni los hombres
homosexuales visten de manera femenina. Sin embargo, los hombres deben vestir
apropiadamente para su género y las mujeres deben vestir apropiadamente para el suyo.
No es mandamiento para la iglesia
La ley de Moisés quedo abolida en la cruz de Cristo. Efesios.2:15; Colosenses.2:14. Si
queremos guardar una parte de la ley caemos bajo maldición. Galatas.3:10. Desde allí se cae el
argumento que este texto este prohibiendo el pantalón a la mujer, porque no sería aplicable
para ninguna mujer en este tiempo. Otro punto muy importante es que en el tiempo que se
escribió este texto no existía el pantalón. Dios no dice nada en cuanto al pantalón de la mujer,
es el hombre que ha puesto mandamientos donde Dios no ha puesto.
Dios dejo reglas para poder vestir
I Timoteo.2:9. Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y
modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos. (Reyna Valera
1960) El vestir debe cumplir con estas tres palabras, ya sea el pantalón, la falda, el vestido, o lo
que se vaya a poner debe de cumplir con: decoro, pudor y modestia. “La mujer debe ser
sencilla, modesta y adecuada para cada ocasión. También critica el uso de joyas, adornos y
colores llamativos que pueden provocar la vanidad y la lujuria” Ropero, A. (2018).
Según Calvino los cristianos deben evitar tanto la ostentación excesiva como la
negligencia en su apariencia exterior, argumenta que la vestimenta debe ser adecuada y acorde
con el contexto cultural y social en el que se vive, de modo que no cause distracción ni
escándalo, considera que la vestimenta debe ser sobria y sin adornos innecesarios. Argumenta
que los creyentes deben evitar la vanidad y la búsqueda de atención a través de la vestimenta,
ya que esto desvía el enfoque de Dios hacia uno mismo, también advierte contra el lujo y la
extravagancia en la vestimenta, ya que pueden alimentar el orgullo y la ostentación. Juan
Calvino (sección 27)
¿Pero cuál es el criterio que los cristianos deben usar a la hora de seleccionar su
vestimenta?
El criterio que los cristianos deben usar al seleccionar su vestimenta se basa en
principios bíblicos y la comprensión de su identidad como seguidores de Cristo, importante es la
integridad y la coherencia con los valores cristianos. Los cristianos buscan que su vestimenta
refleje su identidad en Cristo y promueva valores como la pureza, la honestidad y la dignidad.
Esto implica evitar prendas que promuevan la inmoralidad, la violencia o que sean contrarias a
los principios de la fe cristiana, Asimismo, la selección de la vestimenta debe considerar el
testimonio y la influencia que se proyecta hacia los demás. Los cristianos buscan evitar
vestimentas que puedan causar tropiezo a otros en su fe o que puedan llevar a interpretaciones
erróneas sobre su carácter y compromiso cristiano. Por tanto, es recomendable buscar
orientación en la enseñanza bíblica, en líderes espirituales y en la comunidad de fe para
obtener una comprensión más completa y aplicada del criterio que los cristianos deben usar en
la selección de su vestimenta. La religión cristiana tiene diferentes denominaciones y cada una
puede tener sus propias normas o recomendaciones en cuanto a la vestimenta. Sin embargo,
en general, se espera que los cristianos vistan de forma modesta y respetuosa, evitando la
ostentación o la exhibición excesiva de piel. Algunas corrientes cristianas pueden requerir el uso
de vestimentas específicas para ciertas ceremonias o eventos, como por ejemplo el matrimonio.
En definitiva, la religión puede influir en la elección de la vestimenta de un cristiano en cuanto a
su modestia y respeto, pero no hay un código de vestimenta universal para todos los cristianos.
¿Qué dice la Biblia sobre la vestimenta de un cristiano en el nuevo testamento?
En I Timoteo 2:9-15, encontraremos allí que como primer estos principios, decoro, pudor
y modestia. El apóstol Pablo después de instruir a Timoteo acerca del rol del hombre en la
congregación del culto y en público pasa a establecer las bases para la mujer (vs. 9-15). I
Timoteo 2:9-10 “Asimismo, que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia;
no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como
corresponde a mujeres que profesan piedad”
Esto es porque algunas mujeres de la época de Pablo y Timoteo, al igual que las de
ahora, se vestían para atraer a los hombres, lo cual es normal, pero a veces se pasaban de la
raya, perdiendo el respeto por sus cuerpos y deshonrando a Cristo. Otras mujeres quizás más
ricas, querían mostrar su dinero y su posición social con su vestimenta y sus accesorios. Estas
costumbres podían afectar o quizás ya habían afectado a la iglesia, donde las mujeres se
vestían de forma inadecuada. La iglesia es el lugar para alabar a Dios y no para lucir modas. El
propósito de la mujer (y el hombre) cristiana(o) no debe ser el de presumir de lo que tiene, sino
el de agradar a Dios en todo y darle la gloria que merece. “Asimismo que las mujeres se
atavíen con ropa decorosa, con pudor y modestia” (I Timoteo 2: 9-10 RV 1960)
Tres principios son elementales en cuanto a la vestimenta de la mujer cristiana:
- Principio del decoro. Según (Diccionario RAE) decoro significa “Honor, respeto,
reverencia que se debe a una persona por su nacimiento o dignidad” y también
“Circunspección, gravedad” también puede significar “Pureza, honestidad, recato” y
“Honra, pundonor, estimación, apropiado” - Principio del pudor. Pudor es sinónimo de recato, modestia o decoro. La palabra
proviene del latín pudor, pudōris, que significa ‘vergüenza’. En este sentido, el pudor
es el sentimiento de vergüenza que se experimenta con relación a temas de índole
sexual, como la desnudez del cuerpo propio o ajeno (RAE) - Principio de la modestia. La modestia es la cualidad que modera nuestros actos y
pensamientos, impidiéndonos creernos más de lo que somos. La palabra proviene
del latín modestia (RAE)
La aplicación de estos principios de modestia depende en gran parte de la situación que
nos encontremos. No podemos decir que un estilo de vestimenta en particular es en sí
pecaminoso (aunque los tres principios establecidos podrían afectar ciertos estilos), las modas y
los estilos cambian con el tiempo y con la sociedad, pero los principios establecidos
permanecen para siempre.
Ahora preguntémonos. ¿La ropa que yo uso, sea pantalón, vestido, falda, blusa, cumple
con los principios de decoro, pudor y modestia? Porque si no cumple con estas tres pecamos.
La mujer no peca por que use pantalón, peca si su vestuario, no cumple con la modestia, el
pudor, el decoro. Si usa falda y no cumple con la modestia, el pudor, el decoro, peca. Si usa
pantalón cumple con la modestia, el pudor, y el decoro. No peca, porque está cumpliendo lo que
Dios manda, si nos pudiéramos remontar a los tiempos de la iglesia primitiva, nos
encontraríamos que todos, hombres, mujeres y niños, estarían vestidos con túnicas (batas)
hasta el suelo o hasta la rodilla. Un soldado Romano Cristiano como lo era Cornelio, estaría
vestido con una falda (saya) corta, a la altura de la rodilla, y todo esto sin causar ningún
escándalo. Si tratáramos de imponer esta costumbre en América, en la era en que vivimos, un
hombre vestido con una bata o falda corta, llamaría mucho la atención y fuera causa de
escándalo en la iglesia, en la calle o donde quiera que fuera. Lo que es modesto en una
sociedad no lo es en otra. Por eso creo que Dios no instruyó a Pablo a presentar un estilo
específico, pero si a presentar los principios que gobernarían los estilos.
Los trajes, faldas o batas son estilos de vestimenta generalmente aceptables para la
mujer en nuestra sociedad (América), mas no para el hombre. El pantalón es estilo aceptable en
nuestra sociedad lo mismo en hombre que en mujer, aunque con diferencia de cortes, excepto
en el ‘jean’ que es casi siempre igual. El que una mujer use pantalón, no la hace
necesariamente ‘masculina’. cualquiera sea la vestimenta, calzado o maquillaje que usen las
mujeres cristianas en cualquier cultura o sociedad, deben estar basados en estos tres
principios: El de ser decorosos (apropiado y de buen gusto), con pudor (apropiada, aceptable de
una mujer cristiana, que no sea sexualmente provocativa) y con modestia (libre de orgullo,
pretensión y vanidad) especialmente cuando se asiste a la casa de Dios. Como cuestión de
orden y respeto a la casa de Dios, es mi opinión y creo que la de muchos otros, que la mujer
debe asistir a la iglesia vestida con traje o falda y no con pantalón, lo cual sería más apropiado
para el trabajo o el parque. La manera en la que se van vestidos a la casa de Dios deja mucho
que decir acerca de lo que sentimos por aquel lugar, lo respetamos o no.
Los hombres y mujeres deben considerar el impacto que su vestimenta puede tener en
otros creyentes, evitando llamar la atención hacia sus cuerpos y evitar despertar pensamientos
sexuales en el sexo opuesto. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el hecho de que
alguien tenga deseos inapropiados hacia otra persona no significa necesariamente que la forma
de vestir sea inadecuada o provocativa. Un hombre no necesariamente tiene pensamientos
impuros hacia una mujer solo por la ropa que ella use. En ocasiones, he escuchado a mujeres
decir «ese hombre me desnudó con la mirada», incluso cuando su forma de vestir no era
provocativa. En realidad, la mente de quien mira de esa manera tiene pensamientos impuros y
necesita ser transformada por la verdad y la justicia según Efesios 4:24, que nos llama a
vestirnos del nuevo hombre creado por Dios en justicia y santidad. Tanto los hombres como las
mujeres cristianas deben ser disciplinados en su mirada y pensar en lo que es verdadero,
honesto, justo, puro, amable y de buen nombre, como nos exhorta Filipenses 4:8.
Pablo dice: “no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos”. El
peinado de la mujer no debe ser llamativo ni ostentoso. Durante la época del apóstol Pablo,
algunas mujeres se preocupaban demasiado por su apariencia, utilizando adornos de oro y
perlas en sus peinados y vistiendo ropas costosas para destacar y mostrar su estatus social.
Pablo les instruyó a no practicar esto. En lugar de promover la ostentación, el apóstol enfatiza la
importancia del orden sobrio y la modestia. Una persona que se enfoca excesivamente en la
decoración externa de su cuerpo, mostrando un exceso de joyas, revela una seguridad en sí
misma y una debilidad en la fe. Aquellas personas deben buscar ayuda pastoral y dedicarse
más a la oración. Además señala: “Si no con buenas obras, como corresponde a mujeres que
profesan piedad”. En este pasaje, Pablo insta a las mujeres a no preocuparse tanto por su
apariencia física, como ya hemos mencionado, sino a vestirse de buenas obras, como
corresponde a aquellas que profesan la piedad. Las mujeres cristianas, que profesan su fe,
deben ser reconocidas no por sus adornos externos, vestimenta ostentosa o joyas, sino por sus
acciones virtuosas. Su vida debe reflejar a Cristo como el centro de atención, en lugar de
enfocarse en sí mismas.
El apóstol Pedro presenta una enseñanza similar:
“Que el adorno de ustedes no sea el externo: peinados ostentosos, joyas de oro o
vestidos lujosos, sino que sea lo que procede de lo íntimo del corazón, con el
adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de
Dios. porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que
esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos” (NBLA, s.f., 1Pedro 3:3-5)
Conclusiones
Si bien no existe un código de vestimenta universal para todos los cristianos, se espera
que los creyentes vistan de manera modesta y respetuosa, evitando la ostentación y la
exhibición excesiva de piel. La Biblia ofrece principios como el decoro, el pudor y la modestia
para guiar la elección de la vestimenta. Sin embargo, no se especifica de manera clara si las
mujeres cristianas pueden usar pantalones o faldas. Es importante considerar los principios de
Dios al seleccionar la vestimenta, en lugar de basarse únicamente en las normas culturales. La
elección de la vestimenta puede influir en la identidad y los valores de un cristiano, pero no se
proporciona información detallada al respecto. En última instancia, cada individuo debe tomar
en cuenta la orientación de su fe y su conciencia al decidir cómo vestirse como cristiano.
Referencias bibliográficas
- Calvino, J. Institución de la religión cristiana. https://www.ccel.org/ccel/calvin/institutes.html
- Diccionario de la Real Academia Española (RAE)
- Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
- Ropero, A. (2018). Obras escogidas de Clemente de Alejandría: el pedagogo. Editorial Clie
