¿Es contender por la fe más que solo defender una forma de doctrina?

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“… defiendan la fe que Dios ha confiado…”
(NTV, 2011, Judas 3)

Autor: Oscar Valdez
Asesor: Mg. Raúl Hinojosa S.
Seminario Teológico Latinoamericano
ENSAYO EXPOSITIVO
Lima Perú
2023


Introducción
Algunos consideran que defender es debatir sobre doctrina y teología, otros creen que se
debe dar alguna concesión a la ignorancia humana y a ciertas limitaciones materiales y
espirituales porque no podemos entender todo y conocemos en parte. Como seres humanos somos
dados a contender en ocasiones por ciertas cosas, algunos hemos sido apasionados en contender
por algún deporte, se defiende al equipo favorito, o seguimos a los atletas que nos llaman la
atención y tenemos conversaciones acaloradas por quien sea el mejor. Algunos quizás su pasión
es su estado de salud y su cuerpo y viven buscando cual será la mejor dieta, debaten por las
calorías y formulas, a otros quizás les apasiona la política y el estado actual de su país y
contienden en ocasiones por partidos políticos, es así que somos dados a contender en muchas
ocasiones y no lo podemos evitar. Pero cuando nos referimos a defender la fe, que ha sido una
vez dada a los santos, es una cuestión totalmente diferente, porque implica que tenemos que tratar
aspectos espirituales, así como una defensa de la enseñanza bíblica. A partir de esta descripción se
plantean algunas interrogantes como: ¿tiene que ver el contender por la fe solo con defender una
forma de doctrina o también con mantener una vida que corresponda con esa forma de fe?
¿enseña la biblia cómo debemos vivir especialmente cuando nuestra fe es atacada, menospreciada
o fingida? y, sobre todo, ¿cómo debe actuar el cristiano cuando falsos maestros se infiltran en el
rebaño, con herejías para tratar de desviar a los creyentes y perturbarlos de su forma de fe y
comunión con Dios? En mi opinión si explicamos correctamente el significado de cómo se
entiende el contender por la fe, nos aclarara que tiene que ver no solamente con defender una
forma de doctrina que tengamos, sino también con mantener un carácter cristiano que honre el
Nombre de Cristo, en medio de cualquier situación que amerite el defender nuestra fe. El objetivo
de este ensayo es demostrar que una vida acorde al evangelio, a la misericordia y al amor de Dios
como la mejor fuerza para contrarrestar las herejías de los falsos maestros y esto basado en la
enseñanza de la carta escrita por Judas.


Contexto histórico de la exhortación
La carta de Judas contiene una fuerte advertencia contra los falsos maestros y del
juicio que vendrá sobre ellos, nos describe claramente cuál es su comportamiento, pero
también nos señala la manera de cómo los cristianos debemos enfrentar esta situación. Este
hecho puede acontecer en cualquier época, lo mismo que ocurrió cuando la carta fue
redactada, quiere decir que muy bien podría estar ocurriendo hoy. Esta carta se cree que fue
redactada alrededor del 66-68 d.C., otros intentan poner otra fecha posterior al colocarla cerca
o después de la segunda carta de Pedro, entre el 75 y 80 d.C., por causa de la descripción que
Judas hace de los falsos maestros (Kerr, 2004), del que se cree que para estas fechas algunos
falsos maestros ya eran muy conocidos. Respecto al autor, la mayoría cree que se trata de
Judas, hermano de Jacobo y medio hermano de Jesús; en cuanto a quien fue dirigida la carta,
posiblemente fue hecha para la iglesia en Jerusalén. En su trasfondo podemos creer que Judas
conocía muy bien a sus lectores, pues les llama “amados” (Reina Valera, 1960, Judas 3) lo
cual nos indica claramente que sus lectores lo conocían y tendrían una relación ya establecida
dentro de la iglesia. Se puede observar también que estos lectores tenían conocimiento de
algunos apóstoles. (R.V. Judas 17-18)


La asechanza de un cristianismo falso
En su parte fundamental esta carta describe el comportamiento de los falsos maestros
(R.V., 1960, Judas 4-19), nos muestra cual es el pecado de estos personajes, dentro de la
iglesia, y casi a manera de lista Judas nos señala cuáles son sus características:

  • Son inmorales y actúan como animales salvajes (8-10).
  • Rechazan la autoridad de Dios y blasfeman de las potestades superiores (v. 8)
  • Están corrompidos y van tras el lucro (v.10-11)
  • Son murmuradores, aduladores y hablan cosas infladas (v.16)
  • Crean divisiones (v. 19)

Además, Judas da tres fuertes ejemplos del Antiguo Testamento acerca de lo que
significa desviarse del camino santo, y lo que sucede cuando el juicio de Dios se ejecuta
sobre aquellos que desprecian la gracia de Dios. Estos ejemplos se pueden identificar con la
envidia de Caín ( R.V., 1960 Genesis 4:3-8) la avaricia de Balaam (R.V., 1960 Números 22-
24) y la rebelión de Core (R.V., 1960, Números 16).


Contender ardientemente por la fe
Judas señala en el versículo 3 una de las exhortaciones más importantes en cuanto a
defender la fe: “… exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido dada una
vez a los santos”. (R.V., 1960, Judas 3). En esta parte trataremos de revisar esta breve pero
importante exhortación, y pondremos especial atención a la palabra ardientemente, tratando
de explicar su significado a la luz de la misma epístola y del Nuevo testamento. Lo que Judas
nos está dando es una apelación, es la declaración para todo lo que será su exhortación. De
acuerdo con Bauckham (1983), contender por la fe es ¨llevar la lucha por la fe” (p. …) Se
trata de continuar en la fe, de seguir luchando juntos por el evangelio, se trata de defender la
fe que ya poseían. Pero esta contienda no es simplemente una defensa del evangelio; también
es ofensiva, predicando y llevando el evangelio hacia adelante a la victoria (Bauckman,
1983). Por lo tanto podemos ver que contender por la fe lleva una connotación de lucha, de
defender la fe, pero va más hacia una idea de seguir predicando el evangelio, y vivir la fe. En
cuanto a la palabra ardientemente que viene del griego αγων, puede tener una variación en su
significado, que puede ser, luchar por la fe vigorosamente, y también se puede connotar la
palabra seriamente, y por último se podría dar el énfasis de luchar o contender por la fe
esforzadamente. Algunos ejemplos en el Nuevo Testamento del uso de esta palabra lo
podemos ver cuando Lucas dijo: “Esforzaos a entrar por la puerta angosta…” (R.V. 1960,
Lucas 13:34). También lo vemos cuando Pablo nos dice: “Y con este fin trabajo,
esforzándome…” (R.V., 1960, Colosenses 1:19).


Contender por la fe implica vivir en misericordia y amor
Como hemos podido observar brevemente la exhortación a contender por la fe, una
vez dada a los santos tiene mucho que ver con esforzarse, con tomar seriamente el llamado de
Dios a defender la fe, y tenemos que hacerlo vigorosamente. Pero en ocasiones es muy
común pensar en defender la fe, como si significara defender una serie de doctrinas, lo cual
sería correcto, pero no es lo único a lo que Judas estaría exhortando. Judas no solo estaba
tratando de oponerse a los falsos maestros, sino que también estaba tratando de alentar a sus
lectores con su exhortación a practicar correctamente la fe, que significaría seguir predicando
el evangelio y servir a Dios en misericordia y amor; “….manténgase en el amor de Dios..”
(R.V. 1960, Judas 20), “tengan compasión de los que dudan” (R.V., 1960, Judas 22), “…
compadézcanse de los demás…” (R.V. 1960, Judas ). La doctrina nos sirve como guía para
tener los contornos o líneas por las cuales debemos conducirnos dentro de la común fe como
cuerpo de Cristo, pero seguramente la práctica de la fe, la misericordia y el amor la hará
brillar aún más. Así que el evangelio demanda fe, pero también demanda la práctica de esta.
De tal manera que podemos decir que, si, debemos mantener esa misma forma de doctrina
dada a los santos en el pasado, pero es de suma importancia no olvidar el aspecto piadoso que
lo acompaña y que nos señala la Biblia.


Conclusiones
Que importante es esta exhortación para nosotros hoy día, algunos dirán que todos
podemos equivocarnos y en ocasiones errar en el blanco y podemos equivocarnos al entender
ciertas doctrinas por diversos motivos, entre ellos quizás la falta de adiestramiento, pero aun
así eso no justifica la falta de interés en defender la fe ardientemente, pues es algo a lo que
todos estamos llamados a hacer, aunque todo tiene sus etapas y su crecimiento.


Esperamos que como cristianos vayamos creciendo en nuestro conocimiento de la
doctrina, pero también debemos vivir la fe conforme a las Escrituras, edificarnos cada día en
ellas, orando en el Espíritu Santo para mantenernos firmes y esforzadamente sirviendo a Dios
practicando la misericordia y el amor. Lo cual significa la mejor defensa contra las herejías de
los falsos maestros.


Fuente bibliográfica

  • Bauckham, R. (1983). Word Biblical commentary. Zondervan.
  • Kerr, F. William. (2004). Compendio bíblico portavoz de bolsillo. Editorial Portavoz.
  • Reina-Valera (1960). Nueva Versión Internacional
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