La Guía de Dios en la Vida del Creyente

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Estudiante: Estevan Giordano
Profesor: Mg. Raúl Hinojosa S.
Seminario Teológico Latinoamericano
Ensayo Expositivo
Lima Perú
2023

Introducción
Todos los verdaderos creyentes buscan el camino correcto, y es por ello que
continuamente desean saber cuál es la voluntad de Dios en cada aspecto de la vida.
Sin embargo, es ahí donde empieza el caos, no se logra tener convicción en cuanto a
lo que Dios desea para la vida, tanto en el área ministerial como en el área personal.
En este contexto es donde han surgido una especie de tabúes cristianos tales como
“escuchar la voz de Dios” o “el sentir del Espíritu Santo” donde a estas y más frases se
les ha dado un sentido místico, confundiendo así al creyente y alejándolo de la guía de
Dios. Para entender este tema es necesario plantearse las siguientes preguntas ¿cuál
es la naturaleza de la Guía de Dios? ¿Cuál es la responsabilidad del creyente? ¿la
biblia nos enseña algún método? ¿Qué cambios ocurren en la vida del creyente
cuando tiene convicción sobre lo que Dios desea? En mi opinión si se construye una
convicción acerca de lo que Dios quiere en la vida del creyente, se podría entender la
manera en la que Dios se comunica con sus hijos. El objetivo del presente ensayo es
explicar a través de las escrituras la forma en la que Dios guía a sus hijos, para que el
creyente tenga convicción.


Contexto histórico
Miles de años atrás los hebreos fueron guiados inicialmente mediante
manifestaciones y señales que Dios dio, específicamente se hace referencia a los
patriarcas, luego de ello en la formación del pueblo hebreo como nación Dios trajo sus
leyes escritas en rocas, y estableció su gobierno mediante los profetas y los
sacerdotes, los cuales gobernaban a Israel y le transmitían la palabra de Jehová al
pueblo (Baker D.W, 2002). Miles de años después, es en la persona de Jesucristo
donde los cristianos han recibido revelación de Dios, trasmitida primeramente a los
profetas y después a los apóstoles como es mencionado por el autor de Hebreos (RV,
1960, Hebreos 1:2), quienes dejaron por escrito todas estas enseñanzas de Jesús, lo
que es para nosotros el nuevo testamento. Jesús no invalidó ni dejó sin vigencia al
Antiguo Testamento, es más, es el Nuevo Testamento la confirmación del anterior. Es
por ello que la guía de Dios comprende todo el canon bíblico, y es esta la guía de Dios
para el creyente porque no tenemos palabra profética más segura. Sin embargo, parte
de la iglesia actual ha caído en un error grave, buscando señales fuera de esta guía,
buscando confirmación fuera y en algunos casos poniendo en relevancia las
experiencias sobre la biblia (Berkhof L., 1932

Naturaleza de La Guía de Dios
Según su finalidad, la guía de Dios es buena, agradable y perfecta… “La buena
voluntad de Dios es agradable y perfecta” (RV., Romanos 12:2). Según su vigencia, la
guía de Dios es eterna. Mateo 5:18 dice que la palabra de Dios tiene vigencia, las
circunstancias y la historia puede cambiar, pero esta palabra permanece (Partain,
2000). Mat. 24:35 es semejante a esto, «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras
no pasarán». Según su evolución, la palabra de Dios es inmutable. “Dios no es
hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta” (RV, 1960, Juan
17:20). Esto significa que la guía de Dios es una, no puede sufrir variación ya que el
autor de ésta es un Dios inmutable (Calvino J., 2009). Según su confiabilidad, la guía
de Dios es inerrante, por lo cual podemos descansar ciegamente en su voluntad
sabiendo que es el camino correcto. Según su autoridad, la biblia es la palabra de
Dios, la cual está sobre cualquier cosa creada y no creada. “Nunca la profecía fue
traída por voluntad de hombre, ni voluntad de varón, sino de Dios.” (RV, 2 Pedro 1:21)


El Rol del creyente para ser guiado por Dios
¿Alguno de nosotros podría aprender mecánica comprando libros de esta
materia y guardándolos? La respuesta es obvia y es un no rotundo, ya que para ello se
debería estudiar la información, entenderla, para así llegar a la aplicación del
conocimiento adquirido. De la misma manera el creyente es responsable y toma parte
activa para ser guiado por Dios. Pablo en Romanos 12:2, señala que el proceso de
comprobar la voluntad de Dios es lógico, el creyente debe tomar parte activa en el
estudio de la biblia, además de esto señala que el conocimiento no solo se alcanza
mediante un proceso lógico, es decir que involucra solo la conciencia humana, sino
también un entendimiento divino (Hendriksen, 2006). Es por ello que son necesarios
tener en cuenta tres puntos: estudiar la biblia, y entenderla (proceso lógico espiritual),
para poder aplicarla (práctica). Sólo cuando el cristiano asume su responsabilidad y
tiene presentes estos tres puntos puede decir que está siendo guiado por Dios. Para
estudiar la palabra de Dios no se debe partir de la ignorancia exegética, ya que esto
producirá la distorsión de la información, en su lugar, la biblia enseña en Efesios 4:11-
16 que él instituyó maestros (Berkhof L., 1932). El entendimiento es divino, es decir nos
lo da Dios, es por ello necesario que el creyente tenga una comunión íntima con Dios
mediante la santificación de su persona. Finalmente, los anteriores puntos no tendrían
sentido si no terminan en la obediencia. Este punto es el más fácil de explicar, pero
muchas veces el más difícil de aplicar.

Evidencias de un cambio en el creyente al tener convicción sobre lo que Dios
quiere

La convicción es la base del actuar del hombre sabio, solo un necio basaría
todo lo que hace en la duda. Nosotros somos llamados a ser sabios, debemos de
fundamentar nuestra vida ministerial y personal en la palabra de Dios (Pérez Millos S.,
2015). El ejemplo de Gedeón en Jueces 6:37–40 es una explicación concreta de
sabiduría, se trata de un juez del pueblo de Israel, quien tuvo la misión de llevar a este
pueblo a enfrentar a los madianitas. Jehová ordenó a Gedeón que asumiera el rol de
líder militar y que guiara a Israel a enfrentar a un enemigo que los superaba por miles.
En los siguientes versículos se evidencia que Gedeón solo obedeció la orden de
Jehová, cuando tuvo convicción de que era Él quien le había ordenado. Más adelante,
en esa misma historia Dios le ordenó a Gedeón que se enfrentara a este enemigo
haciendo uso solo de trescientos hombres, de los menos preparados para la guerra.
Gedeón no objetó esta vez, porque ya tenía la convicción de que Jehová era quien
hablaba.


Otro ejemplo, similar al de Gedeón, es sobre la conversión de Saulo de Tarso,
un judío extremadamente celoso de la ley, y por tal motivo tuvo que perseguir a los
primeros cristianos condenándolos hasta la muerte. Este hombre tuvo una
transformación, a partir del cual basó su nueva perspectiva de vida en Cristo. Fue al
Cristo resucitado a quien vió y a quien oyó cuando estaba camino a Damasco. Saulo
había endurecido su corazón al testimonio acerca de la fe de los primeros creyentes, y
esta vez, Jesús al revelarse le dice: “dura cosa te es dar coses contra el aguijón” (R.V.,
1960, Hechos 9:5). Además, este texto señala que Saulo vio al Cristo resucitado lo
cual despertó en el convicción de espíritu y verdad. Luego Saulo preguntó “¿qué
quieres que yo haga Señor?” lo cual indica la sumisión a Dios (Reeves, 1980). Es pues
evidente que tener convicción sobre cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas
nos da crecimiento espiritual, nos lleva por el camino correcto y solo de esta manera
podemos disfrutar de la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios.

Conclusión
En el presente ensayo se expuso sobre la Guía de Dios y se concluyó que el
medio actual mediante el cual Dios guía al creyente es su palabra. Además de esto se
dijo que la palabra de Dios es la mejor guía para la vida ministerial y personal en la vida
del creyente debido a su naturaleza. También se dijo que el creyente en cristo, es
responsable de sí mismo, ya que tiene parte activa en el proceso para ser guiado por
Dios. Por último, es evidente que tener convicción sobre lo que Dios desea resulta en
un cambio positivo en la vida de todo hijo de Dios.

Referencias Bibliográficas
Baker, DW (2002). La fe de Israel: un estudio teológico del Antiguo Testamento. Baker
Académico.
Berkhof, L. (1932). Teología Sistemática. Eerdmans Publishing Co.
Calvino, J. (2009). Institución de la religión cristiana. (F. González, Trad.). Libros
Desafío.
Hendriksen, W. (2006). Cometario al Nuevo Testamento: Romanos. Libros desafío.
Partain, W. (2000). Comentario Bíblico de Mateo.
https://drive.google.com/file/d/1OZzyQdemjytMt5Jgr-svHzbEADfaBgm9/view.
Pérez Millos, S. (2015). Afirmemos la fe. Editorial Clie.
Reeves, B. H. (1980). Comentario al libro de Romanos.
https://drive.google.com/file/d/1FANT0giptPXnJqJB6uwEhzOLH5SGJJ1/view.

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