Hermenéutica bíblica
Mg. Raúl Hinojosa Santos
Seminario Teológico Latinoamericano
Lima Perú
2021
INTRODUCCIÓN
El Éxodo ha sido un libro muy preferido por las tendencias liberacionistas, cuyo principal interés fue tomar al éxodo como paradigma de liberación. Así, a partir de ella trata encontrar sentido para toda situación en la que el elemento común sea la opresión y como efecto busca la experiencia de liberación (usado para todos los niveles en los que hay algún tipo de opresión). Se establece así con un sentido lógico que para liberar debe existir una causa de opresión.
Por esta razón este breve estudio busca exponer las principales posiciones liberacionistas sobre el evento del Éxodo y comparar la correcta interpretación de modo que los lectores encuentren información de ambas posiciones y sustraigan sus propias conclusiones identificándose con cada una de ellas y fortaleciendo así sus propios argumentos hermenéuticos.
UN ACERCAMIENTO HERMENÉUTICO
Acercamiento liberacionista
Dentro de los liberacionistas notamos ciertos matices hermenéuticos. Como es obvio, unos más que otros presentan radicalidad o flexibilidad en el tema de la liberación. El señalar algunos acercamientos hermenéuticos nos brindarán mayor criterio en nuestra evaluación final sobre el panorama bíblico de la “liberación”.
Severito Croatto (teólogo protestante) Croatto sostiene tres distanciamientos en el proceso de todo texto (Biblia). El primero sucede entre la lengua y el habla. El segundo entre el habla y el texto. El tercero entre el texto y la relectura.[1] Con este proceso de distanciamiento busca anular toda realidad histórica del texto bíblico afirmando que el mensaje real no existe en tanto heredamos un “texto”. Tanto los escritores, los lectores y el contexto no son recuperables y por ende, no pertinentes para nuestra
[1] Severino Croatto, Hermenéutica Bíblica (Buenos Aires: Ediciones la Aurora, 1984), pág. 22.
lectura hoy.[2] Croatto aboga por la teoría documentaria, inclinándose a pensar que todo el Pentateuco ha sido radactado en el período exílico y posexílico.
Jorge Pixley (teólogo protestante)
Pixley habla desde una postura evangélica, por eso deja él mismo delimitado su confesión de fe. Se considera ‘no católico romano’, aclara así, que es evangélico y que pregona las buenas nuevas. Es conciente que muchos otros grupos evangélicos tradicio-nales, no han encontrado una clara analogía del Éxodo en este punto del continente. Esta óptica revolucionaria en el corazón y mente de Pixley, es usada como instrumento de estudios de la crítica literaria para analizar el texto. Usa también los instrumentos de la crítica de fuentes. Así, nos presenta una hermenéutica que parte desde la hipótesis docu-mentaria J, E y P como elementos primarios y el paquete de argumentación que conlleva (del período exílico o posexílico y con un autor anónimo y no Moisés).[3]
Los instrumentos liberacionistas y los instrumentos de la teoría literaria y teoría de las fuentes tomados por el autor, establecen una analogía con el Éxodo sobre los “oprimi-dos” de América Latina. Nos exhorta a ser nosotros los protagonistas del camino de libertad entre nuestros pueblos.
Elsa Tamez (teóloga protestante) Hizo muchos aportes a la corriente liberacionista desde una hermenéutica bíblica. Su libro de texto básico es la Biblia, pero por supuesto, ella busca ser muy crítica en cuanto a su análisis del texto. En ese sentido apoyándose en la idea de Tomás Hanks, señala “que las traducciones bíblicas muchas veces suavizan los términos para opresión, diluyendo así su fuerza
[2] Severino Croatto, Los pobres (Buenos Aires: Ediciones la Aurora, 1978), pág. 17.
[3] Jorge V. Pixley, Éxodo (México: Casa Unida de Publicaciones, 1983), pág. 11.
o crudeza. No es lo mismo decir ‘hombre oprimido’ que ‘hombre angustiado’ o ‘afligido’.”[4] Pareciera que Dios y la Biblia no dejan de tener primacía en su hermenéutica, pero en su análisis bíblico, prevalece la realidad actual sobre Dios y la Biblia. Tamez observa en la Biblia que la tensión entre opresión y liberación es una cons-tante espiral, pero que se vive frecuentemente la opresión y su consiguiente liberación.
Acercamiento tradicional
Charles Swindoll (teólogo conservador)
Parte de la presuposición de que el éxodo es un libro que continúa al primero (Génesis). Para Swindoll, “Moisés vino a ser el hombre de Dios para una época de tran-sición en la historia.”[5] De esta manera él, es un personaje real y que Yahvéh usó para liberar a su pueblo. Afirma que éxodo es un libro histórico.[6]
Rafael Porter (teólogo conservador)
Su acercamiento hermenéutico es muy tradicional y sostiene que el autor de los primeros cinco libros de la Biblia es Moisés. “Esta atribución data desde el tiempo de Josué (Jos. 8:31-35) y Jesucristo también lo confirmó (Mc.12:26; Lc. 24:44). Esta opinión nunca se discute ni en la Biblia ni en los escritos históricos antiguos.”[7] Para Porter el Éxodo es un evento que se anticipa a la redención de Jesucristo de la condición de pecado del hombre.[8] Tanto Swindoll como Porter parten en principio de la autoridad de las Escrituras. Consideran que la Biblia es palabra de Dios, que el Pentateuco pertenece a Moisés y que todos
[4] Elsa Tamez, La biblia de los oprimidos (Costa Rica: Departamento Ecuménico de Investigaciones, 1979), pág. 122.
[5] Charles R. Swindoll, Un hombre de dedicación total –Moisés- (EE.UU: Casa Bautista de Publicaciones, 2000), pág. 12
[6] Ibid.
[7] Rafael Porter, Éxodo –Comprados por Dios- (México: Ediciones las Américas, 1987), pág. 6.
[8] Ibid.
los eventos contenidos en el Éxodo (y en toda la Biblia) son hechos reales de la actividad sobrenatural divina y la actividad humana, producto de esa relación entre Yahvéh y su pueblo.
Perspectivas sobre el evento del éxodo
El capítulo 3 del libro de éxodo y los versículos 7 al 10 registran un encuentro entre Yahvéh y Moisés cuyo tema de diálogo era la opresión y liberación de los israelitas. Otros pasajes a lo largo de los primeros capítulos complementan el sentido en la relación de “opresión” y “liberación”.
La postura liberacionista
Elsa Tamez
Opina que “el móvil principal que conduce a la opresión es el deseo de acumular riquezas, de allí la constante aparición del despojo, del robo.”[9] Y todo acto de opresión está íntimamente ligada a la imposición, es decir a una actitud en contra de la voluntad y el deseo del otro por conseguir desesperadamente los mayores beneficios para sí mismos. Ella considera que toda situación de opresión plantea cuatro etapas: Situación opresiva, clamor, escucha de parte de Dios y liberación.[10] Su comprensión sobre el tema de liberación del Éxodo al parecer es más la de un pueblo oprimido antes que un pueblo especial.
Debemos aclarar que en la mayoría de los versículos Dios se presenta a favor del pueblo de Israel más que todo porque es un pueblo que está bajo el dominio de otra nación más poderosa y en condiciones muy desfavorables con respecto a sus dominadores. En el texto bíblico encontramos que cuando en la nación israelita reina la opresión, se convierte en opresora, Dios abandona al grupo opresor y rescata al
Pueblo humilde.[11]
[9] Tamez, La Biblia de los oprimidos, pág. 24.
[10] Ibid . pág. 41
[11] Ibid., pág. 43.
Jorge Pixley
Para él, la opresión se inicia con el armazón de una estructura socio-política en Egipto llevada en práctica por José (como gobernador de Egipto). Bajo el título “La opresión: Proyecto de muerte”, observa una clara mención de lucha de clases en Egipto. Las pruebas bíblicas con las que argumenta se sostienen en Génesis 47.25, cuando José siendo gobernador de Egipto, establece la esclavitud no solo de los israelitas, sino también de los mismos egipcios.[12] El motivo liberacionista, según Pixley, es básicamente clasista.
Con esa imagen se busca expresar la salvación social, aquello hacia lo cual nos esforzamos sin jamás alcanzarlo de manera definitiva. Dios en su presentación había indicado a Moisés que debía solidarizarse con los oprimidos como grupo, pues allí estaba Dios…[13]
Se centra, según su perspectiva, en la preocupación divina por una liberación de una clase social y no en una relación especial Yahvéh y su pueblo. Los instrumentos liberacionistas y los instrumentos de la teoría literaria y teoría de las fuentes tomados por el autor, establecen una analogía con el Éxodo sobre los “oprimidos” de América Latina. Nos exhorta a ser los protagonistas del camino de libertad entre nuestros pueblos. Pixley observa varias relecturas del éxodo en el texto actual, cree que inicialmente era una revolución netamente hebrea (israelita), las relecturas interpretativas hicieron que Yahvéh apareciera como el iniciador y autor de la liberación.
Severino Croatto Encuentra en el éxodo solo un paradigma que nos trasmite producción de sentido. La liberación de los hebreos también es liberación para todos los pueblos en todas las épocas.[14] Este análisis influye en su percepción sobre el éxodo cuando afirma que “la historia bíblica es
[12] Pixley, Éxodo, págs. 20-21.
[13] Ibid., pág. 44.
[14] Croatto. Liberación y Libertad, págs. 30-31.
manifestadora de un ‘sentido’ más que reproducción de hechos contingentes. El relato de la liberación del Éxodo 1-15 está lleno de imágenes simbólicos y de hechos míticos…”[15]
Croatto, al igual que los otros liberacionistas está de acuerdo en que la liberación del Éxodo tuvo un claro motivo político-social 159 (concilium)
La causa común en la postura liberacionista sobre el Éxodo tiene que ver básicamente con imponer una estructura jerárquica y ésta está establecida de manera que existan poderosos que se valen de los débiles. Detrás de todo salta a la vista los intereses econó-micos como el medio de poder que controla todo. Se convierte así en una liberación de una estructura social para establecer una política comunitaria de igualdad.
La postura tradicional “conservadora”
Charles Swindoll y Rafael Porter
Observa al evento del Éxodo como parte del plan de Dios. No ve una historia aislada ni reconstruida, sino dentro de un plan mucho mayor dado por Dios, incluso antes del sufrimiento en Egipto.[16] Del mismo modo, también Porter observa el evento de la opresión como una parte de la vida histórica del pueblo hebreo. Esta circunstancia de sufrimiento no escapaba al control de Dios y a su plan soberano con su pueblo.
Ellos observan en ese hecho la mano poderosa de Dios para sacar a su pueblo de la esclavitud y mostrarles que es su Dios y que tiene un plan mayor, trascendental, para darles no sólo una salvación terrenal (temporal), sino espiritual (eterna).
[15] Croatto, Liberación y Libertad, pág. 53.
[16] Swindoll, Moisés, pág. 20.
El análisis bíblico de la liberación en el Éxodo
En los versículos 7-10 del capítulo 3, encontramos la preocupación de Yahvéh y su plan de liberación de la condición crítica de su pueblo.
“Pero el Señor siguió diciendo: Ciertamente he visto la opresión que sufre mi pueblo en Egipto. Los he escuchado quejarse de sus capataces, y conozco bien sus penurias.” v.7,9
En este versículo resalta la palabra “miseria”, que tiene que ver con lo económico social, que especifica la condición del pobre, indigente, necesitado.[17] Yahvéh declara la realidad de su pueblo como una clase aplastada por el poder egipcio. Sin duda aunque el pueblo pensó que había sido olvidado, Yahvé en su tiempo decidió librarlo. El pasaje en sí, nos presenta detrás de la historia del pueblo, una preocupación de Yahvéh en mostrar su poder liberador y aleccionador tanto para su pueblo como para el Faraón.[18] La otra palabra clave es “clamor”. Significa “grito”, “clamor”, “griterío”; “queja”, “acusación”; “querella”, “demanda”, “reclamación”. En el texto da la idea de un clamor inmenso, un grito atroz.[19] Muestra el pasado a un Dios activo, que entra en el escenario preocupándose por su pueblo y no es indiferente a ellos.[20]
“Así que he descendido para librarlos del poder de los egipcios y sacarlos de ese país, para llevarlos a una tierra buena y espaciosa, tierra donde abundan la leche y la miel…”(v.8). Las dos palabras que ayudan a comprender el plan de Dios para su pueblo son: “librarlos” (salvarlos) y “hacerle subir”. La palabra “librarlos”, en la forma del hiphil tiene la idea de protección y defender de una sujeción.[21] La otra palabra “para hacerle subir”, en la misma forma del hiphil tiene la connotación de liberar de un dominio de poder.[22] En este versículo Yahvéh usa
[17] Luis Alonso Schökel, Diccionario Bíblico Hebreo-Español (Madrid: Editorial Trotta, 1994), pág. 578.
[18] Dionisio Ortiz, Comentario Bíblico Mundo Hispano –Éxodo-Tomo 2 (U.S.A. : Editorial Mundo Hispano, 1997), pág. 65.
[19] Alonso Schökel, Diccionario Bíblico Hebreo-Español, pág. 641.
[20] Juan Leal, La Sagrada Escritura –Pentateuco-. Tomo I. (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1967), pág 325.
[21] Alonso Schökel, Diccionario Bíblico Hebreo-Español, pág. 508.
[22] Ibid, pág. 566.
un término idiomático “he descendido” para señalar que tomaría parte activa en la liberación de su pueblo para a continuación llevarlos a la tierra que había prometido a sus ancestros.[23]
“Así que disponte a partir. Voy a enviarte al Faraón para que saques de Egipto a los israelitas, que son mi pueblo” (v.10)
Las palabras “te envío” y “saca”, señalan que Yahvéh escoge a Moisés para llevar a cabo su plan. La primera, viene del verbo “enviar” con el sufijo en segunda persona nos muestra que Moisés mismo no se envía, sino Yahvéh. La orden “saca” en hiphil da la idea de “sacar”, “soltar”, “dejar/hacer salir”, etc.[24] La comisión a Moisés sólo se enfoca en sacar al pueblo de su condición humillante y en esa liberación Yahvéh iba a acompañarlo con su poder, pero no hay una orden que diga que Moisés también debía establecer a ese pueblo en la tierra (Yahvéh conoce de antemano que Moisés no entraría a la tierra), esto nos muestra una narración de hechos reales y no de simple alucinación o leyenda.[25]
Cuadro de comparación interpretativa
Conservadores Liberacionistas
(versículos 7-10)
La compasión de Dios por su pueblo.[26] Relato de cuño sacerdotal. El hombre
Dios dijo a Moisés que él iba a rescatar mismo es autor de su liberación.[27]
a su pueblo de la esclavitud.[28] La liberación de Egipto es el punto de
Dios decide firmemente librar a su pueblo.[29] partida de la concepción de Yahvéh.[30]
Dios dice, yo sé tu dolor, confía en mí, Se condena al opresor por serlo. Dios
tengo un plan.[31] se interesa en liberar a toda clase
Dios les recuerda la promesa hecha a oprimida.[32]
[23] Julián Lloret y Jack Matlick, El conocimiento bíblico-Exodo- tomo. I. (México: Ediciones Las Américas, 1998), pág. 130.
[24] Alonso Schökel, Diccionario Bíblico Hebreo-Español, pág. 328.
[25] Leal, La Sagrada Escritura, pág. 327.
[26] Swindoll, Moisés, pág. 120.
[27] Croatto . Liberación y libertad, pág. 42.
[28] Porter, Éxodo, pág. 20.
[29] Ortiz, Comentario Bíblico Mundo Hispano –Éxodo– pág. 65.
[30] Severino Croatto. Hermenéutica Bíblica. (Buenos Aires: Ediciones la Aurora, 1984), pág. 58.
[31] Swindoll, Moisés, pág. 120.
[32] Tamez, La Biblia de los oprimidos, págs. 12-14.
Abraham sobre una tierra.[33] Dios dice a Moisés que se solidarice con
Moisés, yo quiero usarte para librar a mi los oprimidos.
Pueblo.[34] La meta de la revolución tiene algo de
Dios preparó a Moisés para esta tarea de trascendente, nunca se logra plenamente.
libertad.[35] La mención de la tierra es la esperanza
que motiva a la lucha. El socialismo se
considera como mediación necesaria
hacia la meta utópica del Reino de Dios.[36]
Evaluación de la hermenéutica de Croatto
Los liberacionistas confirman que la experiencia del éxodo indica el punto paradigmático para las generaciones en el que el hombre debe buscar el camino de liberación a través de la violencia.
Ni el éxodo ni ninguna historia marcan un paradigma de realización para las generaciones. Se puede hablar de principios que se extraen a partir de la historia narrada, mas no se puede hablar de una teología paradigmática a seguir, ya que el contexto situacional es particular a cada evento.
La postura liberacionista argumentada por Croatto, muestra que el éxodo no es un hecho histórico y que Yahvéh es una invención para recordar con un efecto religioso la liberación. La afirmación textual dice:
El profundo sentido religioso de la cosmovisión bíblica enfatiza la iniciativa divina del proceso, pero eso es propio del lenguaje religioso; no significa que históricamente haya sido así. Es oportuno indicarlo, ya que algunos teólogos que interpretan literalmente el dato bíblico gustan desaprobar la autenticidad de las iniciativas humanas de liberación. Ignoran que el éxodo pudo ser, desde una primera perspectiva, un propósito surgido de los mismos hebreos…[37]
[33] Ortiz, Comentario Bíblico Mundo Hispano –Éxodo-, pág. 65. Del mismo modo también Lloret y Matlick en el comentario Conocimiento Bíblico. Afirma que Dios les recuerda con la promesa hecha a Abraham que poseerían la tierra, obviamente después de ser liberados.
[34] Swindoll, Moisés, pág. 122.
[35] Porter, Éxodo, pag. 20. Los demás autores señalados en este grupo también corroboran un hecho real en ese proyecto de liberación de Yahvéh y Moisés.
[36] Pixley, Éxodo, págs. 44-45.
[37] Croatto. Liberación y Libertad, pág. 42.
La postura “conservadora”(bíblica) en cambio, ofrece una hermenéutica en la que reconoce que Dios es el creador de todas las cosas, que la Biblia es la palabra infalible de Dios, y que él tiene un plan soberano para todos, es decir reconoce que el éxodo es un evento histórico así como todo lo relatado en la Biblia tiene carácter histórico. Las presuposiciones liberacionistas no reconocen el poder sobrenatural de Dios. Una fe genuina no puede desconocer el poder y la acción real de Dios. Por lo tanto negar el evento del éxodo como historia, es negar todo el consejo de Dios contenido en las Escrituras.
Croatto además de estas afirmaciones, se atreve a señalar que el éxodo con sus figuras individuales representa situaciones comunitarias.[38] Esta afirmación niega incluso la existencia de un Moisés como persona.
En cambio, la postura bíblica toma en cuenta tanto a Moisés como al pueblo israelita como persona y comunidad reales. La Biblia enfatiza la individualidad y responsabilidad personal en cada acción y la figura de Moisés tiene valor no solo en función de la comunidad a la que dirige y representa, sino tiene valor en sí mismo.
En la experiencia de la liberación de Egipto, ellos encuentran un hecho liberador que inicia, que lucha y donde triunfa el propio hombre, donde el motivo de esa liberación fue la instauración de clases sociales y el abuso de parte de las clases dominantes a los más débiles. Se convierte así el hombre en protagonista central y autor pleno de su propio destino libre.
Los pasajes del Éxodo (Éx. 14:11,12; 16:3) más bien señalan lo contrario, al parecer el pueblo no comprendía plenamente la naturaleza de esa liberación. El texto bíblico nos describe a un pueblo débil indefenso e incapaz. Yahvéh inicia el proceso liberador siendo fiel a su promesa hecha a Abraham.
[38] Severino Croatto, Democracia u opción evangélica (Buenos Aires: Ediciones La Aurora, 1983), pág. 91.
Conclusiones
Las conclusiones se basan en realidad en pautas para una contextualización correcta y así evitar distorsionar el sentido del texto tal como los primeros autores nos legaron.
- Tener el presupuesto de que la Biblia es la Palabra de Dios y partir de ella. Ello implica aceptarla como infalible y como revelación divina (sobrenatural).
- No imponer una ideología al texto bíblico, sino esperar que el texto diga lo que tenga que decir. Tener especial cuidado en determinar el contexto histórico del texto bíblico, así como los factores que confluyeron en el evento en sí.
- Observar las situaciones de opresión que se producen en torno a contextos cercanos. Por ejemplo en trato a los subordinados en una empresa, a las empleadas domésticas, a nuestros empleados en negocios pequeños, al entorno familiar, etc,. Empezar por nosotros y luego concientizar a los hermanos de la iglesia para disminuir el índice de opresión existente.
- No olvidar la naturaleza de la liberación del hombre (anticipada en el éxodo pero manifestada plenamente en Cristo) la cual es en primer lugar espiritual (del pecado) pero que incide en todas las esferas de su vida.
Referencias bibliográficas
Alonso Schökel, Luis. Diccionario Bíblico Hebreo-Español. Madrid: Editorial Trotta, 1994.
Croatto, Severino. Hermenéutica Bíblica (Buenos Aires: Ediciones la Aurora, 1984), pág. 22.
Croatto, Severino. Los pobres (Buenos Aires: Ediciones la Aurora, 1978), pág. 17.
Croatto, Severino. Democracia u opción evangélica. Buenos Aires: Ediciones La Aurora, 1983.
Leal, Juan. La Sagrada Escritura –Pentateuco-. Tomo I. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1967.
Lloret, Julián y Matlick, Jack. El conocimiento bíblico-Exodo- tomo. I. México: Ediciones Las Américas, 1998.
Ortiz, Dionisio. Comentario Bíblico Mundo Hispano –Éxodo-Tomo 2. U.S.A. : Editorial Mundo Hispano, 1997.
Pixley, Jorge. Éxodo. Historia sagrada: historia popular. México: Casa Unida de Publicaciones, 1983.
Porter, Rafael. Éxodo –Comprados por Dios- México: Ediciones las Américas, 1987.
Swindoll, Charles. Un hombre de dedicación total –Moisés- EE.UU: Casa Bautista de Publicaciones, 2000.
Tamez, Elsa. La biblia de los oprimidos. Costa Rica: Departamento Ecuménico de Investigaciones, 1979.